sábado, 17 de octubre de 2009

Cuento: "El niño Glotón"


Había una vez un niño bastante glotón, que sólo comía dulces y golosinas. Un día, encontró en una tienda de antigüedades una vieja lupa que le gustó mucho, y sus padres se la regalaron. El niño se fue tan contento con su lupa, y en cuanto pudo, la utilizó para ver una pequeña hormiga.

Era estupendo, la hormiga se veía bien grande, pero lo increible fue que al dejar de mirar la hormiga a través de la lupa, no volvió a hacerse pequeña, y quedó del tamaño que la había visto. Muy sorprendido, el niño siguió experimentando, y comprobó que cualquier cosa que mirara a través de aquella lupa tan especial, se agrandaba y ya no volvía a su tamaño original.

Entonces al niño se le ocurrió cómo sacar la mayor ventaja a aquella lupa, y corrió a su casa. Allí tomó todas las golosinas, dulces y embutidos, las hizo gigantescas con ayuda de la lupa, y después se pegó un buen atracón hasta que ya no pudo comer más.

Pero a la mañana siguiente, se despertó totalmente morado y con un enorme dolor de tripa, y cuando le vio el doctor comentó que se trataba del mayor empacho que había visto nunca. De la noche a la mañana, el niño se había puesto tan malo que durante mucho tiempo no quería oir hablar de grandes cantidades de comida. Así que sus papás estaban contentísimos: gracias a la glotonería del niño tenían la despensa repleta con lo que no pudo comerse, y además el niño dejó de ser un glotón.

Así fue como el niño glotón aprendió que hasta lo mejor del mundo, cuando es en exceso, termina siendo malo, y decidió guardar la lupa en una caja hasta que encontrara algo que de verdad mereciera la pena agrandar.
¿y tú? ¿para qué utilizarías tú la lupa?

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