viernes, 15 de enero de 2010

Fabulas



La lechuza y las Palomas


Una lechuza se enteró de que en cierto palomar vivían muy bien alimentadas unas palomas. Se pintó de blanco para disfrazarse y se mezcló con ellas.Las palomas no reconocieron a la intrusa, mientras estuvo sin abrir el pico; pero un día que olvidó cuál era su papel, chilló como lechuza que era y las palomas la echaron a picotazos del palomar.Desconcertada, regresó a la torre de la iglesia donde vivía, pero sus compañeras no la conocieron por aquel plumaje extraño, y la echaron de su lado. Así la pobre lechuza perdió hasta su propio refugio.





El león y el ratón

Unos ratoncitos, jugando sin cuidado en un prado, despertaron a un león que dormía plácidamente al pie de un árbol. La fiera, levantándose de pronto, atrapó entre sus garras al más atrevido de la pandilla.El ratoncillo, preso de terror, prometió al león que si le perdonaba la vida la emplearía en servirlo; y aunque esta promesa lo hizo reír, el león terminó por soltarlo.Tiempo después, la fiera cayó en las redes que un cazador le había tendido y como, a pesar de su fuerza, no podía librarse, atronó la selva con sus furiosos rugidos.El ratoncillo, al oírlo, acudió presuroso y rompió las redes con sus afilados dientes. De esta manera el pequeño exprisionero cumplió su promesa, y salvó la vida del rey de los animales.El león meditó seriamente en el favor que acababa de recibir y prometió ser en adelante más generoso.

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